"¿El sentido de la vida? Primero, procurar no fallar; luego, procurar fallar sin desfallecer". (Fernando Savater, Ética para Amador)

viernes, 30 de enero de 2015

Para un antiguo conocido

Eso era. Sí. Deseaba verte una vez más. Deseaba disculparme contigo como lo había hecho en dos oportunidades anteriores, las cuales habían tomado tiempo, pues no estaba acostumbrada a reconocer una falta, mas no por orgullo, sino porque no sabía cómo. Deseaba abrazarte de la misma manera que se abraza a un amigo muy querido. Deseaba conversar contigo de nuevo sobre el ser humano, sobre la Vida y la Muerte. Deseaba preguntarte cómo estabas y qué había sucedido en mi ausencia. Pero todos mis deseos se esfumaron cuando recordé tu actitud infame e innoble, tu traición, tu cobardía y tus mentiras. Mírame una vez más a los ojos y atrévete a decirme que lo hiciste por mi bien. ¡Vamos! ¿Qué esperas para engañarme? Dime que creías que me estabas haciendo un favor. ¡Bah! No te creo nada. Te miré a los ojos para poder descifrar cuáles eran tus verdaderas intenciones, pero las ocultaste muy bien. Jamás te creí capaz de caer tan bajo. ¡Qué error cometí contigo! Sí. Aún deseo verte una vez más, pero para reclamarte todo el daño que me has causado, para confesarte cómo el cariño y el aprecio que sentía por ti desaparecieron, para preguntarte cuál fue la verdadera razón de tu traición, por más que ya la conozca.


P. A. Zumaeta

miércoles, 28 de enero de 2015

¡Cuidado con los medios de comunicación!

  ¿Alguno de ustedes se puede apiadar de mí y explicarme la razón por la cual a la generación actual le interesa más un romance armado de la televisión que la situación actual del país? ¿Cómo se supone que esos supuestos romances y peleas e insultos nos ayuden a continuar creciendo? ¿Esta es, acaso, una estrategia de las máximas autoridades para que no nos enfoquemos en lo que realmente importa? ¿Ayudan estos programas basura a mejorar la calidad de enseñanza? ¡No! Estos programas de Educación Física nos presentan un mensaje negativo; sacan lo peor de las personas solo para convertirlas en «famosas». ¿Qué sinvergüenza les ha dicho a esos jóvenes/señores que el físico es lo más importante? Pero la pregunta que más importa aquí es: ¿quién les ha permitido engañar a la población de esa manera tan asquerosa?

¡Tú! Sí. ¡Tú!, que te empeñas en desperdiciar tus horas viendo esos programas ridículos, ¡no te dejes engañar! ¿Realmente crees que esa es la mejor manera de obtener dinero? ¡Bah! ¡Abre los ojos! Se humillan frente a las cámaras por unos cuantos billetes... No. Tú no tienes que ser como ellos. ¡Apaga la televisión! ¡Lee! ¡Estudia! Soy consciente de que es complicado, pues muchas veces no se cuenta con los recursos necesarios, pero que eso no te detenga. ¡Lucha! No. No luches porque sabes que eso es lo que la sociedad exige; lucha porque sabes que es por tu propio bien.

No solo en la televisión encontramos basura, sino también en la Red. ¿Por qué tantas imágenes ofensivas y denigrantes? Se burlan de las personas a su antojo. ¡No te dejes engañar!

P. A. Zumaeta

lunes, 26 de enero de 2015

¿Qué pasaría si...?

1. ¿Y si en vez de ser parte del problema, somos parte de la solución?

2. ¿Y si en vez de decir lo primero que se nos venga a la cabeza, pensamos las cosas antes para no lastimar los sentimientos de los demás?

3. ¿Y si en vez de ver tanto programa basura, apagamos la televisión y leemos más libros?

4. ¿Y si en vez de repetir tantas letanías, actuamos?

5. ¿Y si en vez de votar por el candidato con mejor campaña populachera, nos informamos?

6. ¿Y si en vez de escuchar al mundo decir que no somos capaces de cumplir nuestros sueños, le demostramos que se equivoca?

7. ¿Y si en vez de odiar a tu «enemigo», le agradeces porque te hace más fuerte?

8. ¿Y si en vez de cantar las canciones que ponen a la mujer como un objeto sexual, cantamos muy fuerte nuestro himno nacional?

9. ¿Y si en vez de dividirnos en diversas religiones, buscamos todos el bienestar del ser humano?


10. ¿Y si en vez de afirmar que el mundo necesita de un cambio, cambiamos nosotros primero?

domingo, 25 de enero de 2015

Salud mental



 «Tonto es, Trot, recordar el pasado, salvo que pueda ejercer cierta saludable influencia en el espíritu».
(Charles Dickens, David Copperfield)


¿Sabes cuándo empezamos a vivir realmente? Cuando decidimos renunciar a todo aquello que nos impide continuar nuestro camino. Si en algún momento te detienes y te formulas la dichosa interrogante de cuál es el verdadero sentido de la vida y no consigues una respuesta en el periodo que deseas, que tu corazón no se aflija, pues no tiene nada que temer. Recuerda: nunca dudes de la capacidad creativa del ser humano. ¿No logras entender aún mi punto de vista? Si sientes que tu vida no tiene ningún sentido, ¡crea uno! ¿Qué es lo que te impide a soñar?

Pero para lograr tan ansiado objetivo, lo primero que debes hacer es sacar de tu vida a toda aquella persona que te lastima de una u otra manera. Aléjate de todo aquel que se atreva a asegurar que lo único que desea es ayudarte, cuando en realidad solo quiere perjudicarte. Una vez que escojas bien tus amistades y sepas con seguridad quiénes son tus «enemigos», elimina de tu corazón todo sentimiento negativo; y de tu mente, todo pensamiento perverso. Después, procura rodearte de gente con calidad... ¡pero con calidad humana! Recuerda: si una persona te pregunta cada mañana tu estado de ánimo, respóndele que nunca antes habías estado más feliz en la vida-no importa si tus palabras no son ciertas. Generalmente quienes te preguntan cómo estás son los que más disfrutan con tu dolor; son lobos disfrazados de corderos. Si la misma persona a quien le has respondido de esa manera te dice que sabe que no es cierto porque puede ver la verdad en tus ojos, esa persona sí merece tu amistad. Finalmente, guarda en tu memoria solo a las personas que te han apoyado de manera incondicional. Olvídate de tus problemas un instante y sonríele a quienes te quieran.

Una vez me aseguraste que debía tener siempre pensamientos positivos por salud mental... Hoy vengo a decirte que otro requisito para lograr una buena salud mental es alejarte de todo aquel mentiroso. No es complicado encontrar humanos, ¡lo que es complicado es encontrar humanidad!

P. A. Zumaeta

sábado, 24 de enero de 2015

Lluvia de Verano

Y mientras que de las nubes brotaban lágrimas cristalinas-cuando la Luna aún sobrevivía-, yo pensaba en ti. Te soñé despierta. Te soñé de la misma manera que el niño sueña llegar al verano. Te quise como nunca antes había querido a alguien. Te tomé de la mano y nuestros dedos se entrelazaron, lo curioso fue que nosotros no los obligamos a nada, sino que ellos lo hicieron. Te susurré al oído lo mucho que te amaba, y recibí la respuesta que deseaba. Te abracé tan fuerte que todos mis temores desaparecieron. 

Lástima que todo haya sido un simple sueño. Un sueño recurrente, ya que me atormenta el hecho de no haberte podido confesar cuánto te quería. Desperté y ya no escuchaba el llanto; había cesado por completo. Opté por descansar, no sin antes repetir tu nombre; una acción por inercia, pues desde que te conocí lo repito antes de soñar, pero antes de soñar con los ojos cerrados, porque así me aseguro de que estés conmigo.

P. A. Zumaeta


viernes, 23 de enero de 2015

¿Cómo te lo explico?

De niña siempre tuve miedo de caminar sola por el mundo, pues la sola idea de perderme, me causaba una sensación extraña que recorría todo mi cuerpo. Jamás me ha gustado la oscuridad; me aterra tropezarme con un obstáculo y no poder levantarme. He buscado estar la mayor parte del tiempo en una habitación cálida y segura, pues no quería que ni siquiera la suave brisa me lastimase. Hoy todo es distinto. Hoy nada es igual. Hoy no sé muy bien qué me sucede. No es sencillo de explicar. Juré que haría hasta lo imposible por no perderme en el camino, mas hoy comprendí que me perdí en tu mirada. En esos bellos ojos que son capaces de observar la vida de una manera que ningún otro mortal puede. También prometí buscar en todo momento la luz... Permíteme decirte que tu sola presencia y tu hermosa sonrisa iluminan mi día. Soy humana; cometo equivocaciones: no conseguí quedarme en el lugar cálido. Estoy helada. El frío se apodera por completo de mi cuerpo y de mis huesos. Eres tú la razón. Cada vez que hablamos siento mi corazón latir de una manera impresionante. Y termino rogándole que disminuya su velocidad, mas este terco y rebelde corazón hace caso omiso a mis súplicas. Quiero decirte que me gustas. No, no es un gusto nada más. Te quiero. Te quiero porque te muestras tal y como eres. Te quiero porque eres diferente. Te quiero porque la Luna me susurra tu nombre desde el primer momento que te vi. Te quiero porque a tu lado soy feliz. Te quiero porque no necesito de ninguna otra razón para quererte.

P. A. Zumaeta


Imagen tomada de https://www.facebook.com/LiteraturayOrtografia

  • Circunspecto: Que se comporta de manera prudente o serio y grave.



  • Nefelibata: Dicho de una persona: soñadora, que anda por las nubes.



  • Taciturno: Callado, silencioso.

jueves, 22 de enero de 2015

miércoles, 21 de enero de 2015

Por un mundo sin caretas

«Quien, habiéndose relacionado con los hombres, se hace la menor ilusión sobre ellos debería estar condenado a reencarnarse, para aprender a observar, a ver, para ponerse un poco al día».
(Ciorán, Desgarradura)


  ¡No! Me niego rotundamente a creer tal falsedad. Es mentira que el Tiempo y la Distancia dañan las relaciones de las personas. No es cierto que estos se encargan de convertir a los seres humanos en completos desconocidos con un mismo recuerdo. Jamás dejamos de ser desconocidos: saber los nombres de las personas que nos rodean no es lo mismo que conocer sus historias.

  No consigo aprehender las explicaciones de supuestos maestros sobre la Vida. Se empeñan en engañarnos y tomarnos por estúpidos. Afirman que si no actuamos de la misma manera que los demás, nuestras almas serán condenadas y desterradas al Infierno. Sería, quizá, un suplicio si es que no estuviésemos conscientes de que el Infierno lo estamos viviendo en este preciso instante.

  Si existe algo que me repugna más que cualquier fanático religioso-quien condena, hostiga, maltrata, ofende, persigue, execra y asesina en nombre de un dios cualquiera a algún agnóstico, hereje, apóstata y ateo-, es un hipócrita. No se confundan: yo no acepto sus ideas; sin embargo, respeto a la persona, pues considero que todo ser humano debe ser tratado con dignidad. Marco Aurelio, emperador de Roma y filósofo, aseguraba que por más negativa que nos resultasen las acciones y conductas de los demás, su humanidad es imprescindible.

  «¿Merece la pena vivir?, esa es la pregunta para un embrión, no para un hombre». (Samuel Butler). ¿Vale la pena permitirle a esa pregunta despojarnos del derecho a poder descansar por las noches? Si ya somos parte de este asqueroso mundo corrompido y podrido, ¿no es nuestra obligación continuar hacia adelante?

  En el momento en el que aseguro que habitamos en un mundo corrompido, podrido y asqueroso no me refiero solo por los programas grotescos y sexistas que no respetan el horario de protección al menor, pero que se han apoderado tanto de la televisión como de las cabezas de sus usuarios/esclavos, ni por la poca seguridad que nos brindan nuestras propias autoridades, ni por emplear el sistema capitalista, sino por la poca importancia que se les da a los sentimientos, ideas, derechos y valores de los seres humanos, ¡nos hemos convertido en seres insensibles que solo buscamos nuestro propio bienestar!

  El mundo es un claro ejemplo de felonía. Según la religión cristiana, Jesús, el Mesías, fue delatado por Judas, ¡su propio discípulo! Estoy convencida de que cuando él comentó que uno de ellos lo traicionaría, no fue porque era un sabio, sino porque era un desconfiado por excelencia. No nos olvidemos que Shakespeare también trató ese tema: Julio César, el dictador, dirigió sus últimas palabras a Bruto, quien le dio muerte: «¿También tú, Bruto, hijo mío?» Tampoco debemos olvidarnos de que Lucifer antes vivía en el cielo-«¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!» (Isaías 14:12)-. No tenía nada que envidiar a los demás ángeles, pues su belleza y sabiduría eran perfectas y admirables. Mas en su corazón se originaron sentimientos aberrantes: el odio, la envidia, los celos, el descontento y el orgullo. Deseaba ser igual de adorado que Dios, pero para lograr semejante infamia, debía destruir a su creador-(Efesios 3:9) «Fuiste creado» (Ezequiel 28:13-15).

  El hipócrita se acerca a su semejante, lo aconseja, lo guía, lo orienta y se sienta tranquilo a esperar el próximo error para que pueda empujarlo inmediatamente al abismo; a la Nada. Él conoce las debilidades, sonríe a sus espaldas y maquina un plan para hundirlo por completo. Él es el primero que deja de ser sensible ante el sufrimiento de los seres humanos, pues se regocija y le causa más daño. Se atreve a calificarlo como «cobarde» por no querer-poder- enfrentar sus miedos. No obstante, el único «cobarde» es él, ya que debe esperar a que su semejante no se encuentre en todas sus facultades para traicionarlo. Es en ese momento en el que comprende que está solo; que siempre ha estado solo, pero esta vez no llora, sino ríe, porque prefiere estar solo con sus miedos antes que con un monigote con cara de santo.


  Esta traición no nos afectaría tanto, quizá, si es que quien cometiese tal vileza no fuese alguien a quien nosotros admiramos y hasta creemos querer y tener afecto. Pero, después de abrir los ojos por completo, nos desilusionamos y preferimos dejar de confiar... Nos convertimos en personas frías sin desearlo.

P. A. Zumaeta

martes, 20 de enero de 2015

No te vayas...

¡Te lo imploro! Muéstrame una sola vez más tus ojos marrones, esos luceros incomparables e inigualables que reflejan cuán leal eres.

¡Te lo suplico! Quédate tan solo cinco minutos más conmigo. Quiero-necesito- sentirte cerca. Te busco por todos lados, mas no logro encontrarte. ¿Por qué actúas así? ¿Por qué te alejas y te apartas de mi lado?

¡Qué suplicio! ¿Qué pecado estaré pagando para que el Destino se encargue de lastimarme de esta manera tan vil? ¿Entiendes que te quiero? ¡Te quiero! ¡Te quiero! Y soy incapaz de ser indiferente ante tu dolor. Porque tu dolor es mi dolor. Porque tú eres yo. Porque una parte de mi alma y corazón te pertenecen. ¿Y cómo no sería así si has estado en mi vida trece años? ¿Y cómo no sería así si dejaste de ser, Layka, mi mascota para convertirte en parte de mi familia?

¡No quiero otra siberiana! ¡Te quiero a ti! ¡Tan rebelde que te negaste a aprender algún truco! Por eso te quiero tanto... Porque siempre has actuado como has deseado, sin temor a nada. ¡Oh, cuánto te voy a extrañar, mi hermosa y preciada Layka!

P. A. Zumaeta

domingo, 18 de enero de 2015

Tiempo para amarnos

Quisiera decirte que ya no te quiero
Quisiera suplicarte que te marches lejos
Quisiera reclamarte la falta de tus besos
Quisiera culparte de nuestro infierno

Quisiera poder mirarte a los ojos
Quisiera poder gritarte que te odio,
Que nunca antes había eso habitado en mí
Quisiera recuperar mis horas de sueño,
Aquellas que desperdicié pensando en ti

Quisiera marcharme para siempre
Pero no soy yo quien se va;
Eres tú quien me deja,
A mi suerte,
Sin siquiera darme una razón
Que me explique tu falta de amor

Quisiera tomarte de tus manos,
Siempre cálidas y seguras,
Quisiera tu nombre susurrarte,
Callarme y dejarte
A esperas, en ascuas
Y no revelarte cuánto te amo

Quisiera reclamarte
Gritarte,
Odiarte,
Pero solo logro amarte

Quisiera por vez última
A mis labios otorgarle
El viaje al paraíso
Pues anhelan volver a visitarte

Quisiera por vez primera
Contarte lo que siento,
Mas ya no nos queda tiempo
Quizá nos veamos en la Primavera


P. A.  Zumaeta