-¿Y qué? ¿Por qué tener vergüenza de masturbarse? Un arte menor al lado del otro, pero de todos modos con su divina proporción, sus unidades de tiempo, acción y lugar, y demás retóricas. A los nueve años yo me masturbaba debajo de un ombú, era realmente patriótico.
-¿Un ombú?
-Como una especie de baobad-dijo Oliveira-pero te voy a confiar un secreto, si jurás no decírselo a ningún otro francés. El ombú no es un árbol: es un yuyo.
-Ah, entonces no era tan grave.
Rayuela, Capítulo 155
Julio Cortázar
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